Historias de un Huracan sin rumbo
Tuesday, April 05, 2016
  Vuelvo para escribir

Hace seis años y medio que escribí el ultimo post en este blog. Ya nadie escribe en blogs, me imagino que porque nadie los lee. Las imágenes dominan los medios sociales y los blogueros ahora están poniendo fotos en Tumblr, escribiendo de vez en cuando algún párrafo pero que no sea muy largo ni difícil de leer. O se fueron de una vez a Instagram y ya nadie espera que escriban más que algunos hashtags.
A pesar de eso, estuve leyendo mis post antiguos, y me dieron unas ganas enormes de escribir de nuevo, aunque nadie me lea. Las cosas han cambiado mucho, y para mi estos seis años y medio parecen un siglo, tanto por lo que han cambiado las cosas para mi, como por lo que he cambiado yo, y por lo que ha cambiado todo en el mundo. Por eso voy a empezar a escribir de nuevo, aunque no me lea nadie, para poner al día el registro en que se había convertido este blog.
No sé con que frecuencia lo haré, pero trataré de hacerlo interesante, primero, para mi beneficio cuando lo vuelva a leer en unos años más, y segundo, para el beneficio de algún perdido en el ciberspacio que venga a dar por acá.
 
Monday, September 07, 2009
  Verdades que duelen
Aqui estoy meses después, con algunos de mis objetivos cumplidos, y otros todavía en en la mira.
Lo principal es que ya estoy fuera del closet con todos mis hijos, una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida. Después de mi hija mayor estuve buscando el momento correcto para decirle a mis otros dos hijos, y me di cuanta después de casi seis meses que nunca es el momento correcto.
Lo primero fue decirle a mi hija menor, que había estado viviendo conmigo por varios meses. Pensé que iba a ser más difícila, la llevé a comer fuera y sobre comida china en un restaurante bastante elegante le conté la firme. Me quedó mirando como si yo fuera retardado, que como se me ocurría demorarme tanto en decirle después de haber estado viviendo conmigo tanto tiempo. Y básicamente me dio a entender que le daba lo mismo, pero también su curiosidad femenina le hizo preguntar si tenía novio. Le dije que no, pero insitió y me preguntó si había tenido alguno. Le dije que si. Inmediatamente quiso saber quién. Le dije que varios, y que Steve, el tipo que estaba durmiendo en el sofá en el departamento había sido uno de ellos. Claro, justo se dio que estaba Steve alojando en mi casa porque tenía un trabajo en New York.
Contarle a mi hijo menor fue mucho mas dificil. Nos fuimos juntos y nos pusimos a conversar de cosas bastante íntimas, como su relación con su polola. Y acerca de los problemas que el veía en la casa por la aactitus de su mamá, que el no podía entender. Finalmente le dije la verdad, que yo soy gay y que eso problblemente explica mucho de la actitud de su mamá. No me lo creía inicialmente, me insistió varias veces a ver si le decía que estaba hueveando. Cuando por fin se convenció, inicialmente lo tomo a medias, como que era una sorpresa, y que entendía que era lo que era pero le iba a tomar un rato procesarlo. Creo que fue la más honesta de las respuestas entre todos mis hijos. Los demás fueron muy considerados conmigo, pero sé que también les costó.
Estuve con él el resto del día y conversamos algo el tema, pero no pasó a mayores.
Después me tome un par de días par air a esquiar por mi cuenta, y ahí vino la crisis. Me llamó su mamá para decirme que estaba muy mal y que había llorado todo el día. Que debería ir a hablar con él. Llegué tan pronto pude, y me encontré a mi hijo mayor encerrado conversando con el menor. Al rato salieron y pude hablar yo con el menor y ver que le pasaba. La conversación con el mayor lo calmó muchoporque antes estaba quebrado según me dijo la mamá. Y es que se había echado encima la responsabilidad de mediar entre yo y mi mujer, para “normalizar” la situación que en su mente es inestable. El mayor lo convenció que por ningún motivo intentara echarse encima eso, y que tomara palco. Para el menor las cosas deberían ser más blanco y negro, divorciarnos y se acabó. Y ese mismo divorcio y término de la familia como la conoce lo angustió terriblemente, al sentir que su familia no era lo que el pensaba que era.
Fue tanta su angustia que partió a contarle a su polola todo el asunto, lo que me complica un poco porque las pololas no son herméticas y la cosa rápidamente puede salir a circular empeorando las cosas para mis hijos. Pero claro, mi hijo confía ciento por ciento en su polola y me asegura que eso no va a pasar. Esos amores de cachorro son muy especiales.
Románticos, que bien los interpretó Shakespeare en Romeo y Julieta. Espero que ésto no termine en tragedia.
A estas alturas las cosas se han estabilizado y de nuevo vamos a hacer juntos las cosas que siempre hemos hecho. Subir montañas y esquiar. Gozar del frío mientras el resto del mundo tirita junto a la estufa. Los lazos entre padre e hijo son fuertes y no se rompen tan fácil, pero está claro que aqui hubo un remezón. No es gratis ser honesto consigo mismo y con los que uno quiere.
 
Friday, January 02, 2009
  Una conversación difícil
Mi último post fue para la elección presidencial de Estados Unidos, casi dos meses atrás. Algo nuevo ha pasado desde entonces, aparte de que el mundo está cayendo en un estado de depresión económica que nos tiene todos reevaluando nuestras vidas además de las finanzas. Di un paso que había pensado dar hace meses, y que por una u otra razón no lo había podido hacer: le dije a mi hija mayor que su papá es gay.
Ella ya es adulta, tiene veinticuatro años. Hasta ahora su mamá había estado en la posición de que si yo le quería decir, que le dijera, pero no me apoyaba mucho en el asunto. Pero aparentemente algo pasó que cambió de opinión, y vino y me pidió que le dijera porque estaba haciendo preguntas e iba a ser peor si no le decía.
Se me hizo difícil, no tuve oportunidad de estar solo y tranquilo con ella, siempre había un televisor prendido, o un laptop conectado a Internet o más gente. Finalmente cuando ya me regresaba a Nueva York le pedí que me llevara al aeropuerto, y a poco de subir al auto le dije que había algo que tenía que hablar con ella, que era importante y que posiblemente no le iba a gustar. Y se lo dije. Y no le gustó, pero dijo que algunas veces se lo había imaginado porque tengo muchos amigos gay y porque había visto algún libro sobre el tema en mi librero. Igual no le resultaba una buena noticia aunque lo hubiera pensado. E inmediatamente pasó a preocuparse por su mamá, de lo injusto que esto ha sido con ella. Le aclaré que su mamá sabe quién y cómo soy desde hace mucho, y que no le he mentido sobre este tema, pero que ella ha optado por no rehacer su vida con otro hombre, y por seguir manteniendo una relación cercana conmigo. Siguió con ese tema un rato, pero al final le recordé que el asunto no es culpa de nadie, simplemente es. Y que lo que hagamos con lo que tenemos es cosa de nosotros. Como siempre digo, tenemos que jugar las cartas que nos tocaron.
Dentro de lo poco contenta que estaba, logró decirme que me iba a querer igual, que no se trataba de eso. Pero me dijo que le preocupaba que en definitiva su mamá y yo terminemos siendo unos “viejos botados”. Le dije que la relación que tenemos perfectamente nos permitiría ser viejitos juntos. Porque en la práctica con nadie me llevo mejor que con ella. Y que todavía la quiero mucho y que creo que ella me quiere a mi.
No fue una conversación fácil, en cierta forma me sentí mal de imponerle esta realidad, que la afecta, y que le vuelve patas arriba el mundo. Me dio que tratara mejor a su mamá especialmente dada esta situación, porque ella piensa que a veces la trato mal, como si fuera tonta. Le dije que haría un esfuerzo por corregir eso, que no soy perfecto, pero que en ningún caso pienso que sea tonta, además de que la admiro por ser una mujer muy fuerte y dispuesta a darlo todo por sus hijos.
Nos despedimos en el aeropuerto, ella volvió a la casa dónde tendría la oportunidad de conversar el tema con su mamá y su hermano mayor, que también sabe de ésto hace años.
Me subí al avión con una sensación de tristeza, de dudas acerca de si debí decirle la verdad, con ganas de que la verdad fuera otra. En la que yo hubiese sido el perfecto padre, o mejor aun, el imperfecto padre gay pero que mantiene la fidelidad a su mujer. Por momentos pensé si no sería mejor vivir una mentira que enfrentar cosas dolorosas como ver a tu hija triste sólo porque uno quiere ser transparente en algo que no puede cambiar. No se puede cambiar, pero se puede esconder, se puede aparentar lo que no es. O se puede ser célibe, como recomienda la iglesia católica, que seguramente va a ser una referencia para ella. No soy Superman para poder ser célibe (supongo que Superman lo es, no he visto ninguna escena de sexo en sus historietas, además de las complicaciones técnicas que tendría tener un hijo de acero), y por no serlo me siento mal, como si ser célibe fuera un estado superior y yo simplemente soy un ser que se deja llevar por su instinto animal. ¿O es la necesidad de tener intimidad con otro ser humano, aunque sea por unos momentos?. ¿Qué es lo que nos hace buscar esa relación física?. ¿Por qué es tan fuerte esa necesidad que en el momento de las decisiones pasa por encima de tantas otras prioridades?. ¿O soy sólo yo, y realmente soy un poco animal incapaz de elevarme a ese estado superior en que se controla y sublima totalmente el instinto sexual?
Son preguntas que vale la pena hacerse, y no tengo respuesta. Las cosas no parecen ser blanco y negro. Al menos no me parece a mi.
Hablé al día siguiente, ya desde Nueva York, con mi hija. Asuntos domésticos y preguntas sobre sus planes para el verano. Y al final de la conversación me sorprendió con un intenso “Te quiero mucho, papá”. Nunca antes había terminado una conversación telefónica de esa manera. Me alegró y le respondí “Yo también te quiero mucho”.
 
Wednesday, November 05, 2008
  Una noche histórica
Es la 1:00 AM del miércoles 5 de noviembre de 2008. Esta noche se eligió a Barack Obama como Presidente de los Estados Unidos de America. Se hizo historia.
Es cierto que es el primer presidene negro o Afroamericano de este país, pero creo que esta elección tiene un significado que la hará trascender por mucho más que ese hecho histórico. Tengo esperanzas de que es el comienzo de un paso importante en la evolución democráica de este país y el mundo.
Oí el discurso de concesión de McCain quién fue un caballero, y reconoció el impacto histórico de esta elección y se puso a disposición de Obama para trabajar juntos. Enfatizó la importancia para los Afroamericanos, y obviamente no se refirió al rechazo que representa al camino por el que su partido republicano estaba conduciendo al país.
Pero el discurso verdaderamente emocionante fue el discurso de Obama a sus partidarios al reconocerse ganador. Un discurso de inclusión, de unión, de esperanza, de las expectativas de un mejor mundo, al mismo tiempo que reconoció los desafiós que presenta el país y mundo hoy día, con dos guerras, una crisis económica gigantesca y un planeta amenazado por el abuso de sus recursos. Estuve a punto de soltar alguna lágrima.
Me voy a dormir contento. Mañana realmente será otro día.
 
Tuesday, November 04, 2008
  Obama 15, McCain 6
Son las 0:20 AM en a costa este de los Estados Unidos, oficialmete es el día de las elecciones en Estados Unidos. Por los comentarios que recibí me quedó la duda de no haber dejado claras mis preferencias en esta elección. Comentarios respecto a mi supuesto ADN momio (algo hay de eso), y mi reclamo por que si gana Barack Obama, el alza de impuesto me afectará personalmente y por último mi reclamo porque Obama se opone en lo personal al matrimonio gay.
Vale la pena votar en una elección cuando los temas que importan están por encima de los personales, y creo que en esta elección es así. Desgraciadamente no tengo derecho a voto en la elección de hoy (culpa mía, hace años que podría haber obtenido ese derecho), por lo que dejaré mi voto en este post.
Creo que Estados Unidos hará historia hoy y elegirá el primer presidente Afroamericano de su historia. Va a ser un día complicado y emocionante, pero creo que el pueblo de este país nuevamente demostrará que corrige sus errores, y que a pesar de que en algún momento pueda haber reelegido a Bush frente al asombro del mundo, hoy elegirá a Barack Obama y comenzará una nueva era en la política interna y externa de los Estados Unidos.
John McCain, por todo lo que he leído sobre su trayectoria, ha sido una buena persona y ha sido correcto, hasta antes de esta campaña fiel a principios que en su mayoría suscribo. McCain es lo más cercano a un Demócrata que tiene el partido Republicano. Pero en esta elección ha competido con Obama desarrollando una campaña odiosa y sucia que refleja lo peor del partido Republicano, y nos recuerda que el honroso partido de Abraham Lincoln hoy está secuestrado por la derecha religiosa y los fanáticos del miedo liderados por los Bush y Cheney. A la media noche antes de las elecciones veo como han relanzado el anuncio ligando a Obama a los discursos radicales de su pastor evangélico. Pocos días antes vi a Sarah Palin en un pueblo chico, mayoritariamente blanco, de North Carolina, diciendo que le gustaba estar en la areas de Estados Unidos que eran Pro-Estados Unidos (pro-America dijo). Como si hubiera regiones que no son pro-Estados Unidos, ¿y serían pro qué?. Esa visión de que Estados Unidos es sólo el de ellos, el blanco, el de pueblo chico, el religioso protestante. El del McCain que se refierió repetidas veces a su oponente negro como "That one", o "ese" (tengo que conseguir uno de esos botones que dicen "Vote for THAT ONE"). La campaña donde se enfatizaba el segundo nombre de Barack Hussein Obama. Como si fuera anti-americano llamarse Hussein, y se preguntaba "¿quien es el verdadero Barack Obama?", seguido por recomendaciones de votar por John McCain, "un verdadero americano".
Obama le dará una oportunidad a Estados Unidos de corregir una política exterior profundamente errada que lo ha llevado a desprestigiarse en forma vergonzosa. Y comenzará a corregir los excesos de una política interna que ha buscado mantener a la población asustada de un fantasma terrorista y desesperada porque el péndulo social se ha ido a un extremo, desmantelando la protección social exagerada y mal dirigida de décadas anteriores y reemplazándola por un sistema de "arréglatelas por tu cuenta" que es una vergüenza comparado con cualquier otro país de similar nivel de ingreso. Un país donde el progreso se ha basado en una polarización económica que ha sido producto de una globalización que no se ha sabido manejar para que el impacto pueda ser absorbido. Dónde los recursos se han ido a gastos astronómicos en guerras sin sentido, en vez de re-entrenar a los trabajadores desplazados por la globalización. También es cierto que la desregulación financiera de los republicanos llegó a extremos, como lo reconoció el otro día Greenspan, que han sido parte de la razón de esta debacle económica mundial inimaginable que estamos enfrentando. Es cierto que eso le cayó de regalo a Obama, la economía va a ser el factor decisivo en esta elección. Pero tengo la convicción de que los cambios que traerá serán mucho más importantes que reparar la economía.

Como curiosidad y espero que como indicador de lo que va a pasar hoy, el primer pueblo en completar su conteo de votos, Dixville Notch, New Hampshire, informó el resultado unos minutos después de media noche:
-John McCain 6
-Barack Obama 15
-Ralph Nader 0
Curiosamente desde que son el primer pueblo en reportar sus resultados, han votado mayoritariamente republicano, excepto en 1962, que apoyaron a Kennedy contra Nixon, y en 1968 cuando apoyaron a Hubert Humphrey contra Nixon (en la segunda salió Nixon, quién terminó renunciando para evitar ser destituido por el caso Watergate).

A estas alturas estará claro que estoy absolutamente a favor de Barack Obama, y espero verlo ganado hoy.

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Saturday, October 25, 2008
  Unión Civil
Ya se vienen las elecciones en Estados Unidos. Las encuestas dicen que va a ganar Obama, ahora por un margen alto, y apenas le quedan 17 días a McCain para repuntar. Difícil que lo logre, pero igual las encuestas podrían tener un margen de error anormal, porque muchos que son demócratas y no votarían por un negro, no se atreven a reconocerlo frente al encuestador. Espero que no sea muy grande el error, porque no sé si el mundo aguanta otro gobierno republicano en este país.
Desde mi punto de vista estrictamente personal, Obama sólo me subirá los impuestos y no ha mostrado ningún especial compromiso con los derechos de los gays. No va a terminar con la hipócrita política de “don’t ask, don’t tell” en las fuerzas armadas, ni tampoco tiene intenciones de meterse en el tema del matrimonio gay.
La corte suprema del estado de Connecticut, a 40 kilómetros de Manhattan acaba de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, y aprovechó de declarar ilegales las uniones civiles porque son discriminatorias al o darles a todos los mismos derechos creando ciudadanos de segunda clase. Notable decisión.
Y para los neoyorquinos, no está tan mal, ya que el gobernador Patterson, el afroamericano ciego que quedo a cargo del estado después de la renuncia del putero Spitzer, saco un decreto que obliga a que el estado de Nueva York reconozca como válidos los matrimonios entre personas del mismo sexo que se hayan realizado en estados donde se permiten.
No es que esté pensando en casarme. Sigo legalmente casado. Y si no lo estuviera, no tendría con quién. A estas alturas no me faltan candidatos, pero no hay ninguno que me haga pensar en una vida en común. Dejé de buscar y estoy dejando que las cosas fluyan, ¡y si que han fluído!
A pesar de mi post anterior, no me la paso pisoteando noruegos, y de la nada han aparecido relaciones que estaban ahí, esperando a desarrollarse. Como Jim, un californiano de treinta y ocho años que hace poco llegó a vivir a Nueva York. En realidad no es californiano, es de Chicago, pero vivía en Los Angeles. Trabaja en la industria editorial y siempre anda leyendo libros, hasta me los trae de regalo. Es guapo, para nada perfecto, pero es buena compañía. Se queda a dormir a veces y salimos a tomar desayuno antes de partir cada uno para su trabajo. Sabe de comida y ha mejorado mucho mi lista de restaurantes.
O Joey. El muchacho que según me dijo viene de una zona bastante “trashy” de Massachussets, hijo de padres italianos que nunca prendieron a hablar bien inglés. Es guapo, casi perfecto. Y tiene la mitad de mi edad. También se queda a dormir y me llama cada tanto para que nos veamos porque dice que el sexo conmigo es buenísimo. No parece buscar una relación, pero se acurruca a dormir siesta conmigo. A buey viejo… Pero con todo lo adorable que es, y más adorable todavía cuando me dijo muy honestamente que no leía The Economist porque lo había leído una vez y se le hacía muy difícil entenderlo, reconoce que no es brillante, y me dice que admira que yo si soy inteligente. Tiene miedo de perder su trabajo. Acaba de instalarse en su propio departamento, y me enterneció ver que lo tenía bien arreglado, con bonitos muebles, aunque pocos, pero el baño impecable con toallas de colores coordinados. Adorable. Pero nuestras conversaciones son cortas porque no sé de que hablar con él.
Y está Andrew, el tipo que apareció de la nada mandándome mensajes electrónicos. Tambien tiene treinta y tantos, como Jim. Neoyorquino, guapo con un cuerpo precioso, aunque tiene una expresión de perseguido en la cara que me hace temer que hay algo que no lo tiene conforme consigo mismo. Tal vez el hecho que lleva varios meses desempleado, su especialidad es relaciones con los inversionistas, pero por alguna razón no logra conseguir que lo contraten. Nos hemos visto varias veces, hasta se quedó a dormir una vez, pero desaparece por periodos largos en que pienso que no tiene interés en mi. De repente llama en forma inesperada, como esta semana que me llamó para proponerme venir a cocinar a mi casa el fin de semana. Es decir, él cocina en vez de salir a comer. Eso es fuerte, casi como decir pololiemos.
También está David, el buen mozo de ojos azules que juega al water polo y es fanático de las olimpiadas. Se pasó todo el período de las olimpiadas de verano pegado a la televisión durante todo su tiempo libre. Parte de ese tiempo en mi cama aprovechando la pantalla plana gigante que tengo en mi dormitorio. Sexo por deporte lo llamo yo, pero a la vez tierno. A veces aparece un mensaje de texto de él a medianoche diciéndome que está en el vecindario preguntando si se puede venir a pasar la noche. Mis amigos que lo conocen dicen que es guapísimo. Está bien, tiene unos ojos azules que matan. Pero no pasa de eso.
Y así podría seguir…, no me quejo de soledad. Por el contrario, necesito dejarme más tiempo libre para poder leer, y eventualmente escribir tambipen. Esta intensa vida sexual y amorosa toma demasiado tiempo. Tal vez me estoy convirtiendo en un adicto al sexo, veo a David Duchovny en Californication y me siento algo identificado con su personaje Hank Moody, pero siento que me falta encontrar a Karen.
 
Friday, September 19, 2008
  Sol de medianoche
No conocía escandinavia, y la verdad me costaba encontrar alguna razón para ir a esas tierras que nunca me han parecido muy atractivas. Por casualidad tuve que ir a Oslo y a pesar de no haber encontrado sorpresas en relación a lo que me esperaba, me quedaron ganas de volver.
Tiene su gracia un país que es una especie de Arabia Saudita versión nórdica, con todo lo que eso implica. El petróleo del mar del norte que le pertenece a este país de apenas cuatro millones y medio de habitantes le da una riqueza per cápita que es impresionante. Y digo riqueza porque además de tener un tremendo ingreso, tienen guardados unos fondos de miles de millones para las generaciones futuras. No cabe más infraestructura de la mejor calidad en ese país, carreteras, túneles, trenes, telecomunicaciones, puertos, etc. Lo que sea con tal de aumentar la productividad de la gente, que además es impresionantemente educada. Porque a pesar de que fue un país pobre hace 100 años, los noruegos no son ricos sólo por el petróleo. Sin los descubrimientos del Mar del Norte igual serían bastante ricos, ya que de la misma forma que los otros países escandinavos, han hecho de su población un gran recurso competitivo dándole un altísimo nivel de educación. El petróleo ha sido la crema de la torta, y ha servido para generar infraestructura y para guardar para las generaciones futuras.
Como extranjero es difícil conocer un poco mas a fondo el carácter de un país cuando no se habla el idioma, y el idioma es endemoniado. A pesar de manejar en algún grado cinco lenguas europeas, castellano, portugués, inglés, francés y alemán, del noruego apenas logro entender una palabra suelta de cada cien. O sea nada. Pero la mayoría de la gente habla un inglés razonable.
La ventaja de ser gay es que uno al menos encuentra algo fuerte en común con un porcentaje de la población de cualquier país. Y cuando uno llega a un grupo de gays no importa de que nacionalidad seas, sientes que perteneces al grupo.
Me fui a meter a un bar, el London Pub, que se anuncia como el mejor bar gay de Noruega, y que por pura coincidencia quedaba frente a mi hotel. Llegué como a las 11, y había poca gente, tan poca que pensé que la cosa ya estaba terminando. Vaya a saber uno que horarios tienen estos nórdicos y más en día de semana. Me junté ahí con un belga cuarentón que conocí un rato antes en Internet. Eric, se llamaba, era casado y estaba por trabajo en Oslo. Me contó que iba a Oslo frecuentemente porque trabajaba para una empresa noruega, y también me dijo que los noruegos no eran muy agradables, que era gente muy rara. Casado como era, se le notaba la paranoia. En todas sus estadías en Oslo nunca había ido a ese bar, a pesar de que sabía exactamente dónde estaba. Sólo se atrevió porque le dije que nos encontráramos allá, y ahí veíamos si pasaba algo más. Buen tipo pero no me interesó llevarlo de vuelta al hotel, tanta no era la desesperación. Nos tomamos una cerveza, y al rato, en respuesta a unas miradas de un rubio treintón bastante guapo, vestido con blazer azul marino y jeans, me trasladé a la barra a meterle conversa, y al rato le dije a Eric que se nos uniera. El noruego, que si le entendí bien se llamaba Rune, era escritor de comedia teatral y venía de una obra de teatro. Seguimos ahí y en un rato apareció más gente por todos lados. Hasta un grupo de mujeres heterosexuales que andaban a la pesca de hombres, y una de ellas había decidido que yo era el hombre perfecto para una de sus amigas que estaba allí esa noche. Me dijo que su amiga realmente necesitaba un hombre esa noche. Le dije que yo también, que en ese bar no era muy probable que consiguiera uno. No entendí para que se fueron a meter a un bar gay, pero en todo caso a esas alturas el bar se había vuelto de lo más animado. Poco a poco empezaron a aparecer jovencitos con el prototipo nórdico, básicamente toos de oos azules, medianamente altos y con pelo predominantemente rubio o castaño claro. Ocasionalmente alguno de pelo oscuro, casi negro, pero con los infaltables ojos azules. Esos de pelo oscuro y ojos azules son una de mis mayores debilidades.
El escritor coqueto se deslizó a conversar con otra gente, amigos de él, y Eric decidió que era muy tarde y volvió a su hotel. Yo me quedé dando vueltas y flirteando con los jovencitos, uno en particular, alto, delgado y muy guapo. Estuvo mirándome y haciéndome un brindis con su cerveza cada vez que se cruzaban nuestras vistas, y al rato le dije que si le parecía podíamos ir a mi hotel. Me dijo que estaba con su pololo, y con cara de decepción apuntó hacia un rubio bastante menos atractivo que él, pero igual de joven. Le dije que si quería nos íbamos los tres juntos, y me dijo que le preguntara al pololo. No me fue bien, le pregunté y la respuesta fue un celoso y rotundo no.
Con la cola entre las patas me fui hacia la barra y me senté al lado de un grupito de jóvenes que estaban flirteando entre ellos, especialmente dos de ellos muy guapos. Un vejete mayor que yo estaba tratando de seducir al más guapo de ellos, mientras el otro joven guapo hacía lo mismo. El objeto de tanta atención me pegó una mirada y me lanzó una sonrisa, y me senté a sus espaldas en la barra. Al rato se dio vuelta a decirme hola, y me dijo que se llamaba Lars y que realmente lo encontraba muy guapo. Se rió y me dijo que estaba en problemas con esta gente que acababa de conocer y que le decían que estaban profundamente enamorados de él. Le dije que enamorados no parecían, mas bien borrachos… Y que si quería un polvo sin ataduras, yo encantado. Se echó hacia atrás y dejo caer su cabeza rubia sobre mi pecho, le acaricié el pelo y le empecé a masajear el cuello, ante la sorpresa de los dos pretendientes. Afortunadamente los noruegos inventaron el Premio Nobel de la Paz, porque en una situación así en muchos otros países me hubiera ganado un puñetazo en los dientes. De todas maneras me integré al grupo y seguimos conversando. Lars se fue a baño, y conversé con el joven guapo que lo estaba tratando de seducir, al cuál Rune le había hecho empeño sin éxito. Le pregunté como se llamabay me dijo Juan. Juan o Jan… no, Juan, J-U-A-N. Le pregunté si era latino y me dijo que sus padres eran de Argentina pero que él se había criado en Noruega. Cuando volvió Lars, dejé a Juan que se hiciera cargo de él finalmente se fueron los dos juntos. Había llegado un gupo de pelo negro y ojos azules y terminé conversandoy tomando cerveza con él. Me dijo su nombre de pila, que según él era un nombre rarísimo, antiguo y poco usado, por lo que con el nombre de pila ya lo identificaba todo el mundo. Y que ese nombre sólo lo tenían él y algún danés muerto. Me contó que era concejal de un condado de las afueras de Oslo, y que había estudiado ciencias políticas. Le brillaron los ojos cuando le dije que lo veía ambicioso y que de repente iba a llegar a ser Primer Ministro. Pero me dijo que no, pero que le gustaría llegar al parlamento. Finalmente intercambiamos teléfonos, según él era muy tarde para irse conmigo al hotel, casi a las tres de la mañana, porque tenía que salir de viaje al día siguiente.
Me fui a dormir y le hice google al nombre, y tal cual lo identifiqué plenamente. Le mandé un mensaje de texto y le dije que me encantaría que fuera a New York y me pasara a ver. Me contestó al día siguiente contándome que estaba haciendo por ahí en un pueblo del norte.
Me divertí mucho y logré cruzar esa muralla fría que presentan los noruegos frente a los extranjeros. Son muy “nice”, educados amables, medio formales, pero mantienen su distancia. Excepto en un bar, supongo, y con mayor razón en un bar gay.
Al día siguiente me había dejado la mañana para ver un poco más de Oslo antes de irme al aeropuerto, pero no fui capaz de salir. Llovía y tenía una caña fenomenal. Entré a Internet y tuve la suerte de enganchar con un noruego que se veía guapo y atlético en las fotos, además de pelo oscuro y ojos azules. Estaba en su trabajo a pocas cuadras del hotel y se iba a pegar una escapada para encontrarse conmigo. Me avisó que se atrasaría un poco pero finalmente oi unos golpecitos en la puerta de la habitación y apareció este vikingo precioso, con ropa de oficina acarreando un monopatín plegable que usa para moverse en la ciudad. Se sacó rápidamente la ropa para aprovechar el tiempo y me dejó a la vista uno de los cuerpos más lindos que he visto últimamente. Perfectamente definido y musculoso en los lugares correctos en forma muy natural. Nos besamos por lo que pareció horas. No voy a entrar en detalles de lo que pasó después, pero hubo algo de novedad y fue un polvo memorable. No sé que hice para merecerlo.
Espero que el si vaya a verme a New York. Dijo que en octubre estaría por allá. Veremos.
Si Mahoma no viene a la montaña…
 

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