Tormenta alemana
No me pregunten cómo, pero conseguí ver la película
“Sommersturm” (“Summer Storm” o “Tormenta de Verano”), una película que parecería recomendada por
Barro en uno de sus posts pero que en realidad supe de ella en el blog de Villouta. Claro, no sabía que estaba en alemán y menos que no tenía ni doblaje ni subtítulos en inglés o castellano. Igual me la vi completa, y sorprendentemente entendí algo, ya que mi disco duro no tiene totalmente borrados los 4 años de alemán en el Goethe Institut que me tragué en la adolescencia. Toda una película para Barro, de su generación, no de la mía. Ya la verán.
Entre los 14 y los 16 años yo también remé y en una laguna más bonita que la de Sommersturm. El mío era un club alemán, y mi camiaseta sin mangas lucía los colores negro, amarillo y rojo, con una cruz de hierro negra en el pecho. No competíamos contra un equipo de jóvenes remeros gays, eso sí, en eso la película es de este siglo, no de mis tiempos. Pero me recordó lo erótico que era ese camarín lleno de remeros desnudos y del olor a sudor fresco mezclado con madera de pino y vapor que me encontraba cada día después de la intensa práctica. Hacía mucho frío, no había calefacción, solo estábamos felices de que había agua caliente. El entrenamiento era casi exclusivamente preparación física, sólo nos permitían salir al agua los fines de semana. Tres veces a la semana remábamos en la pileta, un bote fijo dentro del gimnasio, y otros dos días corríamos 14 kilómetros. Todo eso nos ganaba el derecho a sacar el bote los sábados y domingos para entrenar, siempre que el clima lo permitiera.
No teníamos ni competíamos en esos botes de Sommersturm, cuatro par con timonel (bote con cuatro remeros con dos remos cada uno, y un timonel). Lo nuestro era primero la yola de cuatro con timonel, una especie de batea pesada para novatos. y después el ocho con timonel, la prueba más clásica de ese deporte. El bote largo, con ocho remeros con un remo largo cada uno, y un timonel en la popa. Una belleza, un despliegue de coordinación perfecta, espaldas y brazos hermosos, fuerza y velocidad. Pero sobre todo coordinación, trabajo en equipo, sin que ninguno se salga del ritmo, se adelante o se atrase. A la primera descoordinación se pierde la regata, y duele, es fácil que el remo te golpee el estómago o hasta las pelotas si pierden la sincronización los remeros. Y golpea fuerte, para recordarte que hay que trabajar en equipo.
El despertar sexual de los adolescentes, el reconocerse hetero u homosexual, y la supervivencia de la amistad a pesar de quedar en distintos equipos son los temas de la película, aunque reconozco que me faltaron las sutilezas por limitación de mi comprensión del idioma. Pero tiene mucho en común con Krampack, claro, es alemana y Krampack española, y tiene tanto en común como tienen los alemanes con los españoles. Por lo que no es un remake de Krampack, y tiene su personalidad propia. Me sentí más identificado con esta que con Krampack. No conocí los balnearios de la costa central hasta que era universitario, y esa idea de casa y pueblo de playa de Krampack no lo relaciono con mi adolescencia. Pero si las prácticas de remo en un lago idílico, los campamentos bajo la lluvia, el refugiarnos de una tormenta de verano.
Uno de mis lugares ideales es una mañana en esa laguna, con rasguños de neblina a ras del agua fría, silencio casi absoluto, oyendo solo la entrada de los remos al agua, el golpe del giro del remo, el chupón cuando el remo sale del agua y el rumor de los carros adelantándose para que los remeros vuelvan a enterrar las palas en le agua. Y llegar a la meta, sólos, levantar los remos y oir solo el roce del bote en el agua y el jadeo de tus compañeros de equipo. Dejar que el bote de detenga y estar esos minutos preciosos descansando, mirando como va despertando el bosque a tu alrededor. Es casi el paraíso. Claro… si mi equipo se hubiese llamado QueerSchlag, y hubiese sido como el equipo contra el cuál competían Tobi y Achim, hubiese sido el paraíso de verdad.
Pero claro, Tobi y Achim no son gays, sólo uno de ellos lo es, y no son miembros del equipo "QueerSchlag". Ninguno de los dos termina el verano virgen, y la amistad sobrevive, a la Krampack.
Linda película, la vería de nuevo con subtítulos, voy a tener que esperar que llegue a los cines en las próximas semanas.