Rugby dos
Si, empezó la temporada de huracanes. Habrá posts más seguidos
Ayer había que ir a la fiesta de cierre del campeonato, por eso el post fue medio telegráfico. He tenido reclamos porque no había fotos de los australianos. Válido. Debería haberlas puesto, después de todo salieron campeones.
El guapo que está sentado en la mesa era el encargado de la custodia de la mascota del equipo australiano, un perrito de peluche muy tierno color celeste. Algún neoyorquino se lo secuestró en un momento de descuido, lo que le valió a este convicto ser sometido al escarnio público en un juicio sumario en el escenario durante la fiesta de cierre. Se ganó un "spanking" a la vista de todo el público de la fiesta, pantalones abajo. Primera vez que me dan ganas e cooperar con la justicia en el rol de verdugo... El perrito fue devuelto sin consecuencias mayores, por el contrario, los neoyorquinos le repusieron una oreja que le faltaba, muy bien cosidita, en color rosado eso si. El perrito quedó con una oreja de cada color.
Cuando llegué al campeonato me llamaron la atención los basureros que había por todos lados. Unas cajas de cartón, cuadradas, bien prácticas con una bolsa plástica gigante. Con la publicidad del auspiciador impresa en los lados de la caja. “ID Lubricants”, y no precisamente lubricantes de motores. Con el slogan “Anything else is just lube”. Artículo de primera necesidad para la concurrencia, muy bien pensado. Pero Randalls Island también es un parque donde van en cantidad inmigrantes mexicanos con sus familias a hacer asaditos y cosas, también portorriqueños neoyorquinos que se instalan con sus boom boxes pero en otro sector que los mexicanos.
Los niños, como siempre, especialmente los niños pobres, siempre encuentran con qué hacer un juguete. Aunque tenga publicidad impresa de lubricante sexual. Y me da la impresión que los padres no hubieran estado tan contentos si hubieran sabido de que se trataba. Pero los niños inocentemente lo pasaban bien.
No faltó la situación que casi aguó el evento. Uno de los jugadores, se mandó una carrera en pelotas por el medio de la cancha con la bandera de Australia como capa tipo Superhéroe. Al rato por los altoparlantes más potentes que he oído, un tipo que dijo ser del Servicio de Parques, dio estrictas instrucciones de no empelotarse más, que había niños al otro lado. Que si alguien más siquiera se cambiaba de ropa en la cancha nos iban a sacar a todos a patadas. Obligó a que la multitud le respondiera a coro que no lo iban a hacer más. Estábamos en la final y no la ibamos a arriesgar.
La final entre los Convictos de Sydney y los Fog de San Francisco fue un excelente partido, además se hizo en la cancha de pasto sintético que tiene como fondo la prisión Rykers y el perfil de Manhattan a lo lejos. El Cirque du Soleil, con una carpa igualita a la que llevaron a Chile completaba el telón de fondo, poniéndole un poco de color al asunto.
Los Convictos por supuesto tenían el uniforme evidente. Una polera de rugby con rayas gruesas horizontales en blanco y negro. Aquí esta la foto de los campeones jugando.
Sobre la fiesta de cierre, puedo decir que estuvo buenísima, divertida. Particularmente cuando el Comisionado de Deportes de la Ciudad de Nueva York, Kenneth Podziba, dio un pequeño discurso de felicitaciones. Y en el medio de eso dos jugadores bien estupendos y de impecables cuerpos atléticos totalmente desnudos salieron corriendo por el escenario alrededor del comisionado. Lo tomó con humor. No puede dare el lujo de no tomarlo con humor y arriesgar el voto gay para Bloomberg. La maravilla de la democracia en una ciudad en que el voto gay es importante.
Me fui temprano de la fiesta, mas que eso no cuento para no incriminarme.