Social Butterfly
Mi amigo David es un animal sociable, y con sus más de sesenta años desarrollando su network, es capaz de reunir en su loft del Village a una colección impresionante de gente. En este caso era a beneficio de una fundación que financia directamente investigación acerca del sida.
Llegué un poco tarde, y arrastré a mi amigo John para que cooperara y también para que conociera más gente. Mi amigo es un poco emotivo y cuando me encontré conversando con un muchachito guapo que a él le había gustado, decidió que era tarde y se fue. Medio enojado me parece. Yo solo estaba conversando con él porque era el único otro buen esquiador que pude encontrar en la fiesta. Siempre estoy atento a buenos esquiadores gays, ya que me cuesta encontrar compañía para las pistas doble negras. Y este había sido competidor e instructor, además de estar guapísimo.
Lo primero que me sorprendió fue encontrarme con Terry, un antiguo novio del dueño de casa, nos conocimos hace como 13 años, en los tiempos en que David todavía estaba casado y eramos vecinos. En esos tiempos era Gimnasta y estudiante de la Escuela de Negocios de Columbia, compañero de Steve, el centro de mi atención por esos días. Con la diferencia que Terry es mucha mas cercano a mi edad que a la de Steve, es decir era un estudiante tardío.
David tiene pareja hace más de 8 años, y Terry no es parte de la ecuación, supongo. Flirteamos toda la noche, y si mal no recuerdo le di mi numero de teléfono… Claro que se lo di, pero para variar se me olvidó pedirle el de él. Porque yo estaba muy ocupado flirteando con otra media docena de guapos, con un par de tragos encima y toda esa gente linda me sentía como un niño en una tienda de dulces, incapaz de decidir.
Entre los dulces que había en esta fiesta había un muchacho “Allegedly Straight”, rubio estupendo, el único que realmente le hacía la competencia al modelo de ropa interior másculina que atendía el bar. Flirteó con todo el mundo, con las mujeres y con los hombres, incluyendome. Fue un exceso cuando me dijo que tenía los abdominales marcados y me dejo tocarselos . Realmente parecían tallados en mármol. En fin, me dio su tarjeta y yo probablemente le di la mía, supongo que para hacer negocios, ya que trabaja en algo muy relacionado con lo mío.
También conocí a un tipo mayor, como de la edad de David, pero que evidentemente había sido extremadamente buen mozo en su juventud, porque todavía esta estupendo. Simpaático, es un ejecutivo de bienes raíces, y me encontré con el hablando de Rounds, el antiguo bar de hustlers que había en la calle 53. Ahí donde pasó uno de esas aventuras relatadas en mi otro blog. Ya la pondré de vuelta en la medida que avance en la republicación de ese blog.
Al final nos quedamos unos pocos, David y Cris, la hija de David con su marido, el muchacho straight, Terry, un joven con aspecto de irlandés y yo. El joven de aspecto irlandés resultó ser un chef medio famosillo. Famosillo y también emparejado, pero andaba sólo en la fiesta. Como siempre, en una fiesta con cien hombres guapos, terminé escogiendo uno que tiene pareja. O él me escogió a mi. Me encontré besándome con él en el ascensor, que afortunadamente es el ascensor más lento que conozco. Compartimos un taxi, a pesar de que el estaba en la dirección contraria a la mía, pero lo pasamos fantástico en el taxi muy a pesar del chofer. Un encanto de cocinero, que no podía entender por qué yo no tenía pareja. Le dije que yo tampoco. Pero asi es no más. Me respondió que él era una perfecta esposa. Guapo, inteligente, y además cocina rico. Que pena que está emparejado. Igual tengo su teléfono.
No creo que escoja a los que están emparejados para evitar involucrarme, pero terina siendo así. O será que los que valen la pena ya alguien los encontró antes que yo. Entré tarde en este juego.