Lectura de vacaciones

Me tomé unos días libres y me fui a un paraíso tropical cargado de libros para relajarme leyéndolos por ahí tirado en una playa. No se si me relajé tanto como quería, pero la lectura fue muy interesante para el proceso de revisión de mi vida que he estado llevando adelante en estas últimas semanas.
Por una vez decidí comprar dos libros de tapa dura, biografías o historias personales que había hojeado más de alguna vez en el Barnes & Noble, pero que no me decidía a comprar. También me compré el famoso “The World is flat” de Thomas L. Friedman, más que nada porque hasta he tenido interesantes conversaciones sobre el libro y me da vergüenza reconocer que no lo he leído. Es muy predecible el tema, y reconozco que aún no lo he leído mas allá de la página 45.
Las biografías sí fueron interesantes, y me quedé pegado a ellas porque ambas me tocaron las fibras mas sensibles. La primera se llama “The Confession”, y es la historia de James E. McGreevey, el ex-Gobernador de New Jersey que renunció hace un año y medio anunciando que es un “gay American”. La segunda es “Here's what we'll say” la historia de Reichen Lehmkuhl, un guapísimo gay ex - oficial de la U.S. Air Force que renunció porque no toleró seguir viviendo bajo el esquema de “Don't Ask, Don't Tell” que impera en las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Como Jimmy McGreevey es mas cercano a mi edad que Lehmkuhl, partí leyendo su libro, que está bastante bien escrito. Cuenta su historia de hijo de irlandeses americanos de clase trabajadora de New Jersey de toda la vida, Algo así como la familia de mi querido Mr. Sullivan, en que la mayoría de los primos, tíos y abuelos son policías o bomberos. Y que viven en un barrio católico irlandés, presidido por el cura de la parroquia, los niños van a colegios parroquiales y donde el homosexualismo es tabú. Jimmy se dio cuenta que era homosexual temprano en la vida, y sus primeras experiencias sexuales fueron con otros hombres. Pero se dio cuenta que si quería lograr las cosas que ambicionaba en la vida tendría que esconder su orientación sexual y vivir una vida hetero. De la misma forma que en el tiempo se dio cuenta que si quería avanzar en su carrera política tendría que hacer la vista gorda de la corrupción que había a su alrededor, ya que era la forma de poder conseguir financiamiento para sus campañas políticas.
El tipo es gay y se casó ¡¡dos veces!!. La primera vez con Kari, una mujer de principios claros que no aguantó el ambiente político de Jimmy y lo dejó. Jimmy la quería y se caso enamorado, de alguna manera lensando que con ella había “vencido” a su homosexualidad. Cosa que no tardó mucho en darse cuenta de que era una ilusión.

Fuera de unas relaciones amorosas con hombres en su época de colegial, el sexo gay de Jimmy se limitó en adelante a encuentros anónimos en lugares como estacionamientos, baños y casetas de tiendas porno.

En su libro Jimmy da pena por el manejo de su sexualidad, y da asco por la forma en que va corroyendo sus principios cediendo a la corrupción con el fin de alcanzar la gobernación de New Jersey. Poco a poco el idealismo del jovencito de la parroquia se convierte en una carrera que no le va dejando opciones que sean consistentes con sus principios, y frenta a eso Jimmy opta por hacerse el leso. Una mentira más en su vida, una cosa más que aparentar.

En algún momento Jimmy conoció a un israelí, en un viaje oficial a Israel, cuando aún no era gobernador de New Jersey sino que alcalde de Woodbridge, una comuna de New Jersey cercana a New York. Golan Cipel, se llama el israelí, y trabajaba en una alcaldía cerca de Jerusalén. Engancharon muy bien y se volvieron inseparables durante la visita. Jimmy después se lo llevó a Estados Unidos para que le ayudara en su campaña para alcanzar la gobernación, haciendo de enlace con la comunidad judía.

Iba por ahí en el libro cuando me dio lata seguir leyéndolo, especialmente porque veía como todo lo que escribía Jimmy allí apuntaba a reivindicar su carrera política y a contradecir las acusaciones que ha hecho públicamente Golan acerca de su relación con el gobernador. Me fui a mirar en Internet la prensa de esos tiempos y me dio mas lata aún seguir leyéndolo. Se me decompuso el estómago, porque se me hizo difícil creer que lo que Jimmy había escrito en ese libro pudiera ser confiable, dado que todo lo que había hecho hasta entonces en su vida política y en su vida personal estaba basado en mentiras. Partí enamorado de la foto de Jimmy en la tapa del libro, pero a esas alturas de la lectura no soportaba mirarlo.

Tomé el libro de Lehmkuhl para cambiar de tema, y empecé a leer su historia de infancia y adolescencia como “white trash”, basura blanca, o pobres de raza blanca. Se crió en un parque de casas rodantes a orillas de un tranque contaminado en un pueblito de Massachussets, desde donde logró entrar a la academia de la fuerza aérea a punta de esfuerzo. El tipo es estupendo, pero por las circunstancias familiares y económicas en que se crió, tenía tal baja autoestima que se encontraba feo y deforme.

La academia de la fuerza aérea de USA es uno de los epítomes de la masculinidad, de hecho las dos veces que la he visitado se me han erizado los pelos por la testosterona que flota en el ambiente. También era en los años 90, y en cierta medida sigue siendo hoy día, un centro de conservantismo con una enorme influencia de las sectas cristianas fundamentalistas de derecha. Los que quieren crucificar o quemar a los gays.

Reichen fue descubriendo su homosexualidad en la academia, volviéndose poco a poco confortable con el hecho de ser y reconocerse gay. Con un círculo de amigos y compañeros que lo aceptaban a él y a otros cadetes tal como eran, pero con una institución homofóbica, y superiores aplicando la política oficial de “Don't Ask, Don't Tell” en la forma mas estricta posible, haciendo desaparecer de la academia a quienes reconocieran ser gays.

En ese medio Reichen y sus amigos gay forman un grupo secreto en que todos se cubren las espaldas frente a cualquier ataque en que alguno de ellos fuera cuestionado por su orientación sexual. Un sistema de protección efectivo y letal para los que intentaran traicionar al grupo. El nombre del libro viene de la frase con la que iniciaban lo que iban a decir como versión que todos defenderían cuando los cuestionaran “Here's what we'll tell”, o “Esto es lo que vamos a decir”. La frase la terminaron grabando en el interior de los anillos de graduación de la academia muchos de los que eran miembros de esta sociedad secreta de defensa mutua.

Todo esto ocurre mientras Reichen y otros cadetes van descubriendo su sexualidad. Y Reichen también se encuentra sorpresas agradables cómo que un capitán, piloto instructor en una base aérea donde le tocó estar un verano, un italiano americano muy masculino y en estupenda forma, le manda a dejar su numero de teléfono con un mensaje de que tiene un “crush” por él. Lo que sigue despues de que Reichen llamó al capitán es probablemente la escena que más me hizo sudar mientras leía en la playa.

Reichen no escribe ni cerca de lo bien que escribe el señor gobernador, pero su libro es refrescante porque aparece como un tipo honesto y transparente, que se refugia, eso si, en la mentira para poder sobrevivir dentro de un sistema injusto que de otra manera no le permitiría alcanzar su sueño de ser piloto de la fuerza aérea. Y después de graduarse de la academia pasó los cinco años obligatorios en la fuerza aérea y renució para poder vivir con su verdad.

Después de renunciar a la Fuerza aérea saltó a la fama porque en equipo con su pareja, otro tan guapo como él, participó en la “Amazing Race”, ese reality show en que equipos de a dos recorren el mundo compitiendo en una especie de búsqueda del tesoro gigante. Reichen y Chip Arndt, su parejaaparecieron en televisión como pareja, hasta los presentaban como “casados”, y como además ganaron, se conviertieron en celebridades instantáneamente. Más Reichen que Chip, por su pasado militar y porque se ha vuelto el vocero de la oposición a la política de no permitir a personas abiertamente gay servir en las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Lamentablemente Reichen y Chip se separaron, y después Reichen se emparejó con Lance Bass, músico de la boy band “N Sync”. De nuevo, lamentablemente, pero al menos me deja el camino abierto a mi (no, no soy tan iluso), acaban de anunciar que ya terminaron su relación, que duró un par de años. Parece que Reichen es de relaciones estables, pero todavía no encuentra su pareja definitiva. Si yo tuviera unos 15 años menos mandaría mi currículo...

Volví a tomar el libro de Jimmy, y después de ver cómo termina y cómo se desarrolla el conflicto con Golan, incluyendo alguna investigación independiente que hice en la prensa en Internet, llegué a la conclusión que Jimmy habrá sido mentiroso toda su vida y toda su carrera política, pero le creo que Golan le inventó lo del acoso sexual. Da la impresión que el caso fue presentado por un abogado mediocre, en una forma casi de extorsión, sólo buscando escandalizar para que les pagaran.

Hoy Jimmy vive con su pareja, sale una linda foto de los dos en el libro. Espero que le dure mas que las parejas de Reichen. Creo que si, son mas viejos, valoran mas la estabilidad que la variedad, creo yo.

De todo esto lo que saué en limpio es que los gays nos vemos forzados a mentir, lo que de una forma u otra es algo corrosivo para la moral de cada uno. La farsa daña a las personas que la tienen que mantener, la verdad es más sana, mas limpia que la mentira por conveniencia. Pero la mentira es adictiva cuando en la sociedad en la que vivimos el mentir te da acceso a cosas que la verdad no te permitiría. Por lo que uno se mete más y más en la mentira, y salir de ella es cada día más difícil. Mentir te da acceso a cosas como salir elegido gobernador, o poder seguir la carrera militar que te gusta, o la carrera civil que te gusta, tener los amigos que te conviene para alcanzar tus objetivos de carrera, políticos o que se yo. Hasta que pasa algo y se produce una crisis que te fuerza a enfrentarlo, o decides salir del closet voluntariamente, o te mueres habiendo sido un mentiroso toda tu vida. Se me hace complicado vivir la única vida que tienes mintiendo sobre algo tan fundamental como quién eres y a quién te nace amar.

Me gustó una frase que le dice un amigo gay, ya mayor, a Jimmy, cuando estaba en el proceso de salir del closet: “Cuando las palabras en tu boca y las obras de tus manos y los sentimientos de tu corazón sean uno y lo mismo, eres una persona completa, estás integrado y hay integridad en tu vida”. El tipo le recomienda ser una persona integrada, y no dividida, viviendo en dos planos diferentes, y le recuerda que las palabra integración e integridad tienen la misma raíz.

No se hasta dónde voy a llegar con esto, pero independientemente de los libros que leí, me estoy acercando al punto en que no quiero dejar a nadie importante en mi vida sin que sepa quién soy, de manera de no tener que seguir, si no mintiendo, evitando contradecir lo que ellos suponen de mi: que soy heterosexual. No le miento directamente a nadie, pero no les discuto cuando hacen referencias a mi como si yo fuera de otra forma que la que soy. Porque me viene bien que piensen eso.

Los mas importantes son mis hijos. Voy a cruzar los puentes uno a uno, y vamos viendo por el camino. Espero llegar a sentirme integrado en algún momento, y a dejar de comprometer mi integridad.  ¶ 9:05 PM