¿Escribir o no escribir?
Hace tiempo que no escribo nada por acá. En gran parte porque he tenido poco tiempo, pero en parte también porque no he tenido ganas de escribir. Lo que me hace pensar en se han ido debilitando con el tiempo y con los cambios que van ocurriendo en mi vida. ¿Será que escribo porque es una válvula de escape para la presión que generan los conflictos internos? Entonces tal vez los conflictos han aflojado.¿O será que escribo por lo que le pueda servir mi experiencia a otros en situaciones parecidas o a los que son más jóvenes y están decidiendo cómo vivir sus vidas? En ese caso sería un irresponsable por no escribir… o tal vez sea que para eso es suficiente con lo que he escrito hasta ahora. ¿O es que escribo porque necesito atención, que alguien me lea y me comente? Entonces tal vez he encontrado otra forma de conseguir atención o me basta con la que tengo. O simplemente ya no me hace falta.
Sea como sea, un poco de todo eso es verdad, pero también es verdad que aquí estoy escribiendo de nuevo, porque el blog se echa un poco de menos. Lo que si está claro es que el blog no es un recuento en detalle de mi vida, ni de lo que está pasando conmigo en la actualidad. Mas bien es, y ha sido, en sus dos encarnaciones, un recuento de experiencias, anécdotas y situaciones que tienen que ver mi orientación sexual, con el hecho de ser un hombre gay, más que con el sólo hecho de vivir. Y como ser gay no es todo lo que soy, tampoco todo lo que soy se refleja en este blog. Es apenas un esbozo de lo que soy, y no tengo intenciones de reflejar todo lo que soy en este registro.
Será tal vez esa privacidad que quiero mantener acerca del resto de mi vida lo que me ha tenido sin escribir, porque mi vida ha ido acelerándose, con grandes cambios a la vez que ha tomado una velocidad vertiginosa y me ha llevado por caminos bastante singulares. Siento que todo eso me ha dado una individualidad que si la reflejara en estos escritos sería como poner una fotografía con mi dirección y teléfono, lo que distraería del contenido. Y pienso que eso haría que mi blog perdiera mucho de lo que lo ha hecho interesante para los que quieren saber algo de los hombres gay de mi generación.
Vuelvo entonces a mi tema. NO, no he hablado con mis hijos menores aún, a pesar de tenerlo planeado para hace algunas semanas. Se me hizo difícil porque no me dejan mucho tiempo sin estar con sus correspondientes parejas, a quiénes traen para que estén también conmigo, y a quiénes les han contado historias tales acerca de mí que me admiran como si fuera un icono de lo que ellos quieren llegar a ser. Cosa que me complica para contarles que bueno… en realidad hay un detallito más que deben conocer, pero principalmente la constante presencia de pololos y pololas me hace sentir que no hay la privacidad para tener la conversación que necesito tener con cada uno de mis hijos. Me he fijado como objetivo ir uno a uno en la medida de lo factible. Sin planearlo tanto, cuando se dé el momento y ya.
¿Que más puedo decir? Me gustaría que este blog fuera más interactivo, y en ese sentido me alegra que a pesar de mi larga ausencia haya habido varios comentarios que muestran que a algunos les interesaba que siguiera escribiendo. Darse el trabajo de dejar un comentario sólo para preguntar que pasa que estoy desaparecido es un halago.
No hay temas para adultos hoy, a cambio de eso dejo una foto de mi ciudad adoptiva (bueno, estoy esperando cerrar la compra de mi departamento para definitivamente considerarla adoptada).