Toys for Tots
Que fin de semana. Boston vino a New York esta vez, y el sábado en la tarde me encontré en el aeropuerto de LaGuardia recogiendo a Steve del USAir Shuttle. Llegué justo cuando estaba saliendo y ahí lo encontré parado afuera del Terminal, mas guapo que nunca. Subió apurado a mi auto y salimos por la BQE y Northern boulevard hacia el puente Queensboro para ir a mi casa. Yo estaba nervioso, aunque he dicho que no me hago expectativas, la verdad es que no puedo evitar pensar que pasaría si lograra enamorarlo de nuevo. Llegar a mi departamento y que lo haya encontrado muy lindo me hizo sentirme como a un perrito al que le dan unas palmaditas en la cabeza y mueve la cola. En vez de eso le pregunté donde quería dormir. Le podía armar una cama inflable o podía dormir en la mía. Que es grande y hay espacio para él, además que no le haría nada. Se rio y me dijo maliciosamente si estaba seguro que no quería hacerle nada, y que le daba lo mismo, que dormiría en mi cama. Fue fácil la decisión para él. Abrimos una botella de vino y partimos a explorar la noche de Manhattan.
Salimos a comer al boliche mexicano ese de Hell’s Kitchen, donde he ido muchas veces con John y sus amigos. Partimos tomando unas margaritas gigantescas, y desde allí la cosa se fue poniendo cada vez animada. El boliche ese es mixto, es decir, la concurrencia es de todo tipo, aunuque dado que Hell’s Kitchen es muy gay, hay muchos en el restaurante. Pero en el bar nos trataron de levantar dos minas que estaban muy buenas y en forma agresiva. La magia de andar con Steve, esas cosas no me pasan cuando ando solo. Su sex-appeal es contagioso. Muertos de la risa nos escabullimos del acoso de estas dos mujeres cuando no asignaron una mesa para comer. Apenas terminamos nos fuimos a Therapy, pero cuando llegamos apenas había gente. Es que eran recién un poco más de las nueve de la noche. Casi nos fuimos, pero finalmente nos decidimos a subir al segundo piso a tomar algo. Agua para empezar. Y nos sentamos ante una mesa grandota que hay frente al bar.
No se como fue que de pronto nos encontramos conversando con un tipo muy guapo, un sueco rubio y atlético, con una tremenda sonrisa. Y de la conversación pasamos a la ronda de tragos, mojitos creo que fue… Y a las bromas que salen fáciles cuando uno está medio borracho. En el momento en que Steve se fue al baño, el sueco, que se llamaba Abraham, me dijo con envidia que eramos una “hot couple” y que teníamos mucha suerte de tenernos uno al otro. Por mucho que pasaran imágenes de Adam and Andy por mi mente, le dije que a pesar de nuestros trece años de historia no somos pareja, pero que nos queremos mucho.
Nos reimos mucho, me hacía falta. Y creo que a Steve también. No se como fue que terminamos en Vlada, los tres, y alguien le preguntó a nuestro amigo sueco si era judío, a lo que el respondió que no, a pesar del nombre bíblico, y para reforzar el punto asomó la prueba de que no está circuncidado. La cosa se estaba poniendo demasiado fuerte, y cuando ya empezó a tratar de comerse a Steve ahí en el bar, o rescaté y partimos a la casa, donde terminamos durmiendo desparramados sobre mi cama, a medio desvestir. Como resultado de una buena borrachera. Despertamos un par de veces en la noche y de apoco nos fuimos ordenado, apagando luces, sacando ropa cerrando persianas. Fue una linda noche y un mejor amanecer.
Steve se deja querer pero me pone un limite, y me da la impresión que no le molesta la idea , pero también pienso que no quiere saber de las ramificaciones que volver a compartir la intimidad puede tener. Pienso en nuestra historia y me pongo en su lugar. Si yo fuera él, no me dejaría ni acercarme. Ya lo he jodido mucho con las veces que no he estado dispuesto a tomar un compromiso mas allá de ser buenos amigos con un poco de melodrama. Me pregunta muy seguido si realmente me voy a quedar en NYC, y si realmente estoy viviendo solo. Si caso me quedo con mi mujer cuando voy a Santiago. Que como me siento sin mis hijos. Conoce mis debilidades, y sabe que alguna vez se encontró con que él estaba más abajo de lo que quisiera en mi lista de prioridades. Y
El no sabe que eso ha cambiado, y que hoy lo pondría muy arriba. Sin embargo quien se ha quemado con leche ve una vaca y llora, y creo que se está cuidando. Es lo que me dice mi lado optimista y lo que me hace ser paciente y tratar de mostrarle las cosas con hechos y con cariño.
Mi lado negativo me dice que no me haga ilusiones, lo que ya escribí hace unas semanas. Pero no tengo ganas de oir a mi lado negativo.
El domingo nos fuimos a un brunch con un amigo de Steve, uno que fue compañero de él en Columbia. Simpático, me parece que hab´´iamos sido presentados hace unos 12 años, pero no me acordaba de él ni él de mí. El tipo es un profesional de primera y le ha ido muy bien, es latino, guapo y está soltero. ¿Cómo es eso posible? Ahí estaba yo con dos ejemplares increíbles, exitosos, simpáticos, guapos, financieramente sólidos, y solitarios. ¿Qué pasa en este mundo gay que tipos así no tienen pareja?. Bueno, si puedo resolverle el problema a uno, es mi granito de arena.
En la tarde nos fuimos a comprar juguetes para ir a la fiesta de Toys for Tots que organiza y financia entre otros un amigo. Son unos cuantos tipos destacados de la comunidad gay que organizan y financian esta fiesta enorme, para 1500 personas, con la condición que cada asistente traiga un regalo de navidad para niños de hasta 16 años. La fiesta fue en el Metropolitan Pavilion, con bar abierto y con decoración “navideña”. Unos soldaditos de plomo, en realidad con ese “look”, de carne y hueso, parados de guardia en la entrada del salon. Guapísimos. Y unos viejitos pascueros en exhibición, mas guapos todavía, con unos pectorales de miedo y la chaqueta de piel coquetamente abierto..
Estuve a punto de sentarme en sus rodillas para conversar de lo que quiero para navidad.
La fiesta fue un espectáculo de los tipos más guapos de New York, todos muy bien vestidos, aunque según Steve que en estas cosas es bastante conservador, ahora entiende que significa “proper attire required”, y es que los jeans tienen que estar sin hoyos. Era un mar de hombres disfrutando del cocktail, paseándose y saludando a sus conocidos. Encontramos a varios. Es el lugar ideal para conocer gente si estas buscando novio, pero estaba tan bien acompañado que no me interesó el tema. Salimos antes de que terminara para llevar a mi amigo al aeropuerto, y fue impresionante ver que había cientos de tipos afuera con regalos esperando para entrar a la fiesta. No pueden entrar más que los que se permite por regulación en ese local, asi que entraban a medida que salía gente. Realmente una gran fiesta, con resultado de una montaña de regalos para niños necesitados. La comunidad gay es poderosa en New York, y se mueve. Una de las principales cosas que la une son los actos de caridad. Food for thought.
Dejé a mi amigo en el aeropuerto, nos veremos nuevamente el jueves en la noche para ir juntos a esquiar por el fin de semana en el oeste. Lo invité y aceptó.